domingo, 15 de abril de 2012

El Gran Milagro


martes, 10 de abril de 2012

Sueños



Lo que vemos y experimentamos es el mundo que hemos manifestado a través de nuestros sueños. Una manera de crearlos es a través de la plegaria.

Estamos acostumbrados a hacer peticiones específicas cuando rezamos, pero es más eficaz dejar que el Espíritu se encargue del resultado de cualquier situación.

Se hizo un estudio para evaluar los efectos de la plegaria; ésta era de dos tipos: la plegaria dirigida, quien reza le dice a la divinidad cuál es el problema y qué desenlace desea, por ejemplo la plena recuperación de un familiar tras un infarto; y la plegaria no dirigida, quien reza le comunica a la divinidad el nombre del receptor pero no busca un desenlace específico, confiando en que "se haga Tu voluntad".

Los estudios mostraron que ambas formas de plegarias funcionan, pero que la plegaria no dirigida es cuatro veces más eficaz porque no es necesario decirle al Espíritu lo que debe hacer.

El universo siempre nos devuelve las condiciones de nuestro sueño. Así, si sentimos miedo de no tener dinero, no lo tendremos. Sin embargo, si experimentamos un sentimiento de abundancia con lo que poseemos hoy, ésta se manifestará en el futuro, y podemos estar seguros que màs riquezas están en camino.

Por tanto, cuando nuestra vida no va bien, la solución más eficaz no consiste en cambiar de profesión, de pareja o de ciudad, sino en intentar mejorar la pureza de nuestros sueños. Cambiamos nuestro sueño y nuestra vida sentimental o profesional adquiere equilibrio. Nos libramos de las historias improductivas y en su lugar nos imaginamos las experiencias que nos gustaría tener. Vayas donde vayas, llevas contigo la energía de tus creencias, tu estado mental y tus emociones a cada circunstancia, y el universo responde cumpliendo tus espectativas. Todas tus profecías se cumplen a sí mismas. Esto es soñar.

Podemos lograr cualquier cosa que deseemos si creemos realmente en el sueño que nos gustaría experimentar...

(Extracto del libro: "Las cuatro revelaciones" de Alberto Villoldo)

HAZ DE TU VIDA UN SUEÑO, Y DE ESE SUEÑO UNA REALIDAD